LA MAYORIA DE LOS CANDIDATOS BAJÓ SUS NUMEROS CON RESPECTO A 2017

A falta de una mesa desestimada y con el 98.70 % de las mesas escrutadas las primarias abiertas en Cañada de Gómez dejaron números para analizar más allá del análisis político que se pueda hacer.

La mayoría de los candidatos bajío la cantidad de votos obtenidos, pero nos vamos a enfocar en los tres que renuevan sus bancas y que compitieron en las elecciones de medio termino de 2017.

Primero hay que decir que la participación de la gente fue menos a la que se mostró hacer cuatro años atrás, en aquel momento se contabilizaron 17352 votos afirmativos y en esta última elección fueron 15975 (1377 menos).

Hay que decir que Marcelo Casalegno a pesar de su victoria obtuvo menos votos que en 2017 (4119 ahora y 4383 de hace cuatro años), también esto se pudo ver en Franco Mazzoli (2612 en 2017 contra 2406 de ahora). En estos dos casos la diferencia es poca, pero es mas notorio cuando se ven los números de Matías Chale quien en 2017 ganó las PASO y obtuvo 6186 votos, mientras que en la elección de este domingo alcanzó los 3058, pero se mantuvo en sus números de la elección a intendente de 2019 (3029 sufragios).

Otra gran caída es la del Frente Progresista, sus candidatos no llegaron a pasar los 1000 votos, Verónica Mosconi sacó 931, lejos de los 2851 de 2017 y de los 2038 del 2019, en tanto Fernando Mauroni sacó 893 a comparación de los 1372 que había sacado como candidato a intendente en 2019.

Mas allá de haber caido en la interna peronista Carina Mozzoni cosechó un caudal de votos muy interesante en su primera participación ya fuera del clericismo y si bien los 3216 votos cosechados en esta elección no le alcanzaron para ganarle a Casalegno es un muy buen número. Los 8731 votos del 2019 eran muchos de Clerici por eso no se puede hacer una comparación.