LA ACTUACIÓN CIVIL EN EL PROCESO. LOS VAIVENES DEL NOMBRAMIENTO DE GERARDO CABEZUDO COMO INTENDENTE DE CAÑADA DE GOMEZ EN 1976. (Segunda parte)

La influencia del Centro Comercial

El Centro Comercial Industrial y Rural de Cañada de Gómez fue fundado en 1938 y por sus oficinas han pasado los hombres más importantes e influyentes de la ciudad. Carlos Garma, quien presidió la entidad, habla sobre el rol del Centro Comercial en la vida institucional de la ciudad, Garma se refiere que:

“Era una entidad gremial empresaria que defendía los intereses de los comerciantes y los industriales, principalmente de sus asociados pero después indirectamente de todo el sector pero nunca fue ajeno a lo que pasaba en Cañada de Gómez, siempre hubo participación no en forma directa sino de sus miembros de la Comisión Directiva en otras instituciones o en la vida política (otro ejemplo es el de Amílcar Abatte quien fue presidente del Centro también fue intendente en 1999), Don Ricardo (Romegialli) cuando fue Intendente era Vicepresidente del Centro Comercial, así que siempre estuvo involucrado en la vida política de la ciudad”.

A partir de esto le consultamos sobre la influencia de la entidad en la designación de Cabezudo y dijo:

“Hubo gente que se movilizó para que sea nombrado Cabezudo como Intendente, gente importante de la vida económica. Como ya había hecho una buena intendencia, siempre fue una persona conciliadora, no iba al choque nunca, siempre consultaba. Era vecino mío porque vivía en frente de mi casa, además yo lo conocía de la época joven de la UCR en la década del 50, tenía mucha confianza con él. Cuando se supo que él iba a ser candidato a intendente hubo un gran apoyo de todos los sectores. Se hablaba sobre la designación de Cabezudo en el Centro Comercial por más que no eran temas de reunión. Llegaban los asociados y uno terminaba conversando de esas cosas, durante la reunión o después de la reunión salía el tema del día, aparte eran temas importantes para la ciudad, además el hecho de que se fuera un militar y viniera un civil de Cañada de Gómez era un avance para la ciudad. En esas reuniones nunca oí que se lo nombrara a Aimar”.

Garín recuerda quienes fueron los otros candidatos para ocupar el sillón de la intendencia, y dice que uno de los más firmes era el Dr. Enrique Lucena, Gerente de la firma Fadecyp y también se hablaba de que otro de los posibles candidatos era Ángel Lovazano, Gerente de Cañadenzo, que había sido también presidente del centro comercial en el 71 – 72 y miembro activo del mismo centro. Pero ahí en la pulseada ganó Cabezudo por su antecedente de haber sido intendente. El presidente en ese momento del centro comercial era Carlos Garma que era uno de los dueños de la tienda La Unión, había sido concejal dos años por la UCRI (antecedente del MID) ante la división, Garma se queda en la UCRI junto a Lucena, pero todos tenían origen radical intransigente.

Conclusiones finales

Cada ciudad tiene su particularidad, su idiosincrasia y su historia sobre todo las ciudades más chicas y en cada una la afectación de la toma de poder de los militares fue diferente. En Cañada de Gómez podemos decir que se implementó la figura de los  Comisionados Comunales Interinos que propiciaba el interventor, pero por diferentes motivos ese nombre no prosperó. Primero se aprecia la influencia del medio de comunicación por aquel entonces más importante de la localidad, según lo expresado por quien pudo haber sido intendente y no lo fue, el hecho de haber salido como portada la noticia de su designación habría motivado la movilización de los grupos económicos. Por otro lado, otro de los motivos que coinciden con los testimonios es la cercanía de Aimar a partidos de izquierda, algo no muy bien visto en aquellos momentos. También podemos destacar como un porqué de la designación de Cabezudo a una cuestión política, Cabezudo había sido “rival” de Albertengo dentro de la alianza entre el MID y el PJ. Uno de los entrevistados destaca que no querían a Aimar por ser cercano a Albertengo. En tanto Garín destaca que:

“El MID fogoneó el golpe de estado contra el gobierno que les había dado a ellos la posibilidad de formar una alianza, ellos tenían mucho contacto a través del frigerismo a nivel de los grupos económicos, pero tuvieron un distanciamiento con la política económica de Martínez de Hoz porque ellos eran desarrollistas y Martínez de Hoz era liberal, pero estaban de acuerdo en aniquilar a los sectores populares, a los sectores combativos, a los sectores revolucionarios”.

Pero el motivo más fuerte es la gran influencia de las grandes fábricas en la vida política, social y económica de la ciudad. Estos grupos daban trabajo a la mayoría de los cañadenses, fundaban escuelas, donaban terrenos para plazas y la mayoría de sus gerentes habían sido interventores en los anteriores golpes de estado y otros habían sido intendentes en la democracia restringida. Pero, ¿podemos decir que fueron cómplices de la dictadura al ser parte del gobierno? En la entrevista para este trabajo el abogado Luis Aimar dice:

“En ese momento parecía como que todo estaba bien, la gente en general participaba en la Municipalidad, había mucha gente colaborando, la sociedad no estaba para nada dividida. Esto ya había pasado varias veces como si fuera algo normal, evidentemente que a lo mejor fue para bien todo lo que pasó porque la gente dijo: acá tiene que haber democracia que es el menos peor de los sistemas y la defiende a muerte, pero había pasado en el 66, en el 58 con Frondizi y acá hubo sectores de gente que fue interventor municipal en esas épocas que no había autoridades”. 

Entonces, ¿era normal?, ¿la sociedad cañadense estaba acostumbrada a eso? ¿O las personas beneficiadas con estos cambios aprovecharon la toma de poder de los militares para hacer realidad lo que no podían en las urnas? Uno de los entrevistados, el abogado y militante Roberto Garin lo resume de esta manera: “Económicamente estaban todos juntos, pero políticamente todos tenían su parcela”.