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Periodismo Comprometido

COMO SE VIVIÓ EL GOLPE DEL 55 EN CAÑADA DE GOMEZ- (Extracto del trabajo del Prof. Agustín Perrone)

16 Septiembre 2021, 12:20pm

Publicado por Mauricio Cocchiarella

De Cañada de Gómez a Ciudad Evita

La materialización de las prácticas de peronización en la nomenclatura de la urbe

 

A mediados de junio de 1953 a efectos de la ley provincial N ° 4394, la localidad hasta entonces denominada “Cañada de Gómez” cambió su significante por el de “Ciudad Evita”. Esta última nominación acompañó a la urbe hasta septiembre de 1955, cuando mediante un decreto[1], la ciudad en cuestión fue renombrada con su antiguo nombre, es decir Cañada de Gómez.

El primer cambio de denominación de la ciudad, tiene asidero en las prácticas de peronización de las instituciones y la sociedad que durante el segundo mandato presidencial de Juan Domingo Perón se multiplicaron en todo el país, en el caso de Cañada de Gómez, estas practicas no solo se materializaron en el nombre propio de la ciudad, sino que aquí cabe ubicar otros tantos cambios de significantes, de calles y espacios públicos, como por ejemplo, calle Ocampo por Eva Perón, Lavalle por Presidente Perón, o bien la denominada plaza Stella Maris, que antiguamente era conocida como plazoleta “4 de junio”[2].

Retomando el caso concreto del cambio de significante de la localidad, en 1953, cabe señalar, por un lado, que el hecho formo parte de una estrategia para homogeneizar los distintos sectores del Partido Peronista, a nivel provincial. Y por otro, que gran parte de las y los ciudadanos cañadenses, estuvieron disconformes con este cambio, incluidos los militantes peronistas, ya que este cambio se concretó, con independencia a la voluntad de los ciudadanos, no así, del entonces Intendente Celso Torres, ni del Consejo Deliberantes contemporáneo al hecho.

 

De Ciudad Evita a Cañada de Gómez

La materialización de las prácticas de desperonización en la nomenclatura de la urbe.

 

El 29 de septiembre de 1955, la localidad santafecina que hasta entonces llevaba como significante “Ciudad Evita” es renombrada con su antigua nomenclatura: Cañada de Gómez. Este nuevo cambio en la denominación de la ciudad sucede a partir del decreto provincial N ° 0053 promulgado por el interventor federal de la provincia de Santa Fe.

Las razones de este cambio, deben comprenderse a efectos de un nuevo panorama político abierto tras el logrado golpe de Estado que los ciudadanos argentinos identificados con el antiperonismo, habían buscado desde principios de la década del 50´. Para septiembre de 1955 las Fuerzas Armadas Argentinas, con apoyo de los partidos políticos y la población antiperonista logran deponer al presidente constitucional Juan Perón. Ello supone además de un cambio político, un cambio en el panorama cultural puesto que emergen las prácticas de desperonización de las instituciones y la sociedad, reverso de las prácticas de peronización de las mismas. Estas nuevas prácticas, buscaron suprimir el legado del peronismo, tanto así como cualquier referencia simbólica al mismo, llegando a su punto extremo en marzo de 1956, cuando se estableció el Decreto ley N ° 4161 por el cual se prohibía cualquier referencia a Juan Perón, Eva Perón y demás símbolos del peronismo, tanto así como la proscripción del Partido Peronistas, partido con mayor adherentes en la Argentina de aquel momento.   

En esta dirección, cabe comprender el renombre de la ciudad “Cañada de Gómez” en 1955, como la materialización de las prácticas de desperonización de las instituciones y la Sociedad, prácticas de carácter cultural que se expandieron por toda la nación, cuyo objetivo fue borrar de la historia argentina al peronismo.

Al suceder el renombre de 1955, como respuesta a la medida tomada por el interventor federal de la provincia de Santa Fe en el contexto descrito, y aun comprendiendo que en 1953 el cambio desde Cañada de Gómez a Ciudad Evita, no respondió a la voluntad de los ciudadanos cañadenses, cabe aquí apelar nuevamente a la independencia de la voluntad de los ciudadanos de la urbe analizada, en este nuevo cambio del significante de la localidad.

 

El busto de Evita.

“La función del símbolo es la de instituir distinciones la de introducir valores y de modelar conductas individuales y colectivas.” Bronislaw Baczko 1999

 

Síntesis de los conflictos culturales entre los ciudadanos peronistas y antiperonistas de Cañada de Gómez en septiembre de 1955.

 

 

El busto de Evita que se encuentra actualmente en la vereda oeste de la plaza San Martin, en Cañada de Gómez, actuó como objeto simbólico sobre el cual se pusieron de manifiesto las antinomias políticas de los ciudadanos cañadenses peronistas y antiperonistas en septiembre de 1955.

El mismo, fue colocado en la plaza donde hoy se encuentra, en 1953, por motivo de homenajear a la “reciente” difunta Eva Perón[1] y allí estuvo colocado hasta una tarde de mediados de septiembre de 1955. Para aquellos días, el golpe de Estado autodenominado Revolución Libertadora triunfaba en el país, eran los grupos antiperonistas que mediante la intervención militar habían logrado desterrar a Perón, e intentaron hacer lo mismo con el peronismo.

 Las noticias no se hicieron tardar entre los grupos antiperonistas de Ciudad Evita, los principales referentes locales del Partido Radical, sumado a los Demócratas Progresistas, se decidieron a arrancar el busto de Eva. La voz en la ciudad corrió lo suficientemente rápido, para que una masa ciudadana de peronistas y afines a ellos se congregue en defensa del busto, eran ciudadanos del barrio sur, iban a defender su símbolo. Un grupo de antiperonistas, asustados por la presencia de aquella multitud, retrocedió de la plaza, para esconderse en lo que fuera la Casa Vásquez [2], pero según diferentes testimonios, actuó la policía en defensa de los ciudadanos antiperonistas, y junto a estos, unos comandos-ciudadanos lograron contener a la masa. Ese día, cayeron lágrimas peronistas, en el país y en la plaza; cayó también el busto. Luego los antiperonistas, lo ataron a una soga y ésta a un vehículo. Manifestando su júbilo, por, según ellos creían, habían acabado con un dictador, de la talla de Adolf Hitler. Lo arrastraron por la ciudad, hasta Correa, para finalmente ahogar el símbolo en las aguas del arrollo Cañada de Gómez.

 

[1]  Cabe aclarar que su labor por mejorar las condiciones de vida de los sectores más humildes del país, su activa participación política y gracias a ella, la de millones de mujeres argentinas, así como su rol de intermediaria entre Perón y el pueblo argentino la volvió la mujer más amada y más odiada del “lugar”. Sumado a ello, su pronta muerte, la volvió uno de los símbolos más grandes de la nación.

[2] Con local en la esquina de las calles Balcarce y España.

 

 

     

 

[1] Decreto provincial N ° 0053 de la intervención federal, 29 de septiembre de 1955

[2] En referencia al 4 de junio de 1943, día del golpe de Estado que destituye al gobierno fraudulento de Ramon Castillo. Este golpe conocido como “revolución del 43” cierra el periodo de la historia argentina conocido como “década infame” y da comienzos a lo que podríamos denominar la “antesala” del peronismo.

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