COMO AFECTA EL DISTANCIAMIENTO SOCIAL A LOS CAÑADENSES (1ra. Parte)

Dos Psicólogos de nuestra cuidad analizan para Periodismo Comprometido nuestro comportamiento en este momento tan difícil de la sociedad. ¿Cómo afecta a los cañadenses la cuarentena obligatoria? ¿Por qué a algunos les cuesta cumplirla?

Si bien hasta este momento no hay casos confirmados, la pandemia a nivel mundial llegó a nuestra ciudad. Desde el primer momento se realizaron restricciones a los ciudadanos. Se suspendieron actividades aun antes de la cuarentena total a nivel nacional. Mas allá de toda la información con la que nos encontramos minuto a minuto en los medios locales, nos preguntamos como nos afecta el distanciamiento y que consecuencias podría tener.

Es evidente que es muy difícil para muchos cañadenses cumplir con las restricciones y luego del feriado largo del 23 y 24 de marzo muchos fueron los que salieron a la calle sin motivo alguno.

Por eso consultamos a dos Psicólogos cañadenses que respondieron a nuestras preguntas, la Dra. Melina Salazar (Mat. 5242) y el Licenciado Ezequiel Molini (Mat. 8000) hacen un análisis de como estamos viviendo en estos momentos, los problemas de las relaciones humanas y las consecuencias que esto podría tener a futuro.

COMO LO VIVE EL CAÑADENSE

La Dra. Salazar hace una lectura interesante y dice: “Se ve a las personas con un semblante triste, se percibe mucha ansiedad, la gente está apesadumbrada, temor, son todas emociones que empañan este momento tan complejo y novedoso que estamos viviendo, emociones que entiendo tienen mucho que ver con que cada uno está intentando construir un sentido posible a esto complejo y novedoso que vivimos y quedó como en un inter entre construir estos sentidos y la incertidumbre de lo que va a venir que hace que la angustia sea el sentimiento de emoción que predomine. Además se suma que nos encontremos teniendo que redefinir y reinventar nuestros modos de vida, nuestros modos de hacer lasos  entendiendo que somos con los otros y que en estos momentos nuestros modos de encontrarnos con los otros , nuestros modos habituales no son posibles y entonces nos encontramos por un lado teniendo que elaborar esto, ésta pérdida momentánea y yo diaria casi hasta en la obligación de reinventar otros modos de encuentros que nos permitan seguir estando con otros y además reinventando los modos familiares donde nos encontramos más  con aquellos que de un modo distinto que con aquellos que convivimos”. En tanto el Li. Molini afirma: “Se van dando dos posiciones medio extremas, por un lado la angustia corrosiva, intensa del miedo, la preocupación, la sensación de peligro inminente de algo que se va a desmadrar en cualquier momento, que va a hacer estragos en todos lados, en eso abona mucho el consumo de los medios de comunicación; y el ninguneo, la sensación de que no es para tanto o de que a mí no me va a pasar, que esto está excesivamente exagerado y dramatizado, pero me parece por un lado un posicionamiento netamente individualista y necio en términos de salud pública y en términos de respeto por las armas biológicas que muchas veces son los virus. En el medio está el que se las arregla como puede, que es la mayoría y me parece que es lo más sensato, por momentos cierta sensación de dificultad con este nuevo modo de tener que sostener el día y por momentos cierto mayor aplomo o posicionamiento en relación a que se puede hacer, como se puede hacer y meterse con eso”.

RELACIONES COMPLEJAS

En tanto a la forma de relacionarnos en estos momentos de extrema dificultas los profesionales se expresaron de esta manera, “en cada uno hay singularidades, cada uno más allá de las propuestas importantes y de las sugerencias, cada uno va tomando en función de su modo y de su historia y maneras y opciones y construyendo a partir de lo singular de cada uno”, afirma la Psicóloga consultada, por otro lado Molini afirma: “Voy viendo también los efectos de la cuarentena, de restricciones tan intensas de la vida cotidiana, de la circulación, de los intercambios, esto tiene consecuencias claras  en lo que tiene que ver con las relaciones, por un lado esta convivencia forzada con quien se conviva o esta soledad forzada para los que viven solos que se puede ir volviendo muy desgastante, puede montar escenas que se tornen inmanejables, pienso que situaciones límites como las que estamos viviendo ratifican y llevan hasta su máxima expresión rasgos, elementos, variables, condimentos de cada uno y de los vínculos con los que sostenemos la convivencia que si bien ya estaban de algún modo tenían un lugar en el contexto de la dinámica que tuviese un afuera, un entrar y salir, que tuviese otras cosas que ahora han sido silenciadas, mutiladas y que entonces exponen el modo más intenso y más rotundo de eso que de algún modo formaba parte pero en una medida más acotada y lo pienso sin valorarlo sin darle un valor positivo o negativo, me refiero tanto a las cuestiones fuertes, solidarias, solidas de las relaciones y también claramente a aquello que hace ruido, genera choques, genera un malentendido, un desencuentro. Estar viviendo lo que estamos viviendo hace que todos estemos encontrándonos con lo propio y lo ajeno en su máxima expresión y expuestos a tener que lidiar con eso. Hace unos días veía un chiste donde una mujer le decía al hombre “como no me separé antes de la cuarentena” y son situaciones que se van a empezar a dar claramente y lo opuesto también “qué bueno tenerte, que bueno estar pasando esto con vos, solo no sería lo mismo”.